He tenido oportunidad en las últimas semanas de participar como ponente y asistente en diversos eventos educativos tanto en persona (EEUU y España) como vía video (Italia y Polonia), lo que me ha permitido seguir avanzando en mi desarrollo profesional continuo. En todos ellos, durante y después de las sesiones y ponencias, se ha producido un intenso debate sobre el desarrollo tecnológico exponencial en las diversas funciones de las supply chain globales y la criticidad de que el talento pueda interactuar efectivamente con estos avances para gestionarlos a favor de la mejora y eficiencia de los procesos en las compañías. Conceptos como digitalización, automatización, robotización y transformación están en estos momentos en las agendas y prioridades de los CEOs, directores generales y sus comités de dirección.

Basándonos en la realidad que nos rodea, podemos afirmar sin dudar que la tecnología ha avanzado más en estas últimas tres décadas de lo que lo hizo en las diez anteriores, y que, gracias a estos avances, el mundo empresarial ha logrado niveles de eficiencia y desarrollo nunca vistos. El cambio fundamental ha venido de la mano de la inicialmente denominada ‘informática’, rebautizada como IT (‘Information Technologies’) que nos permite manejar la mayoría de las variables de nuestro entorno de forma más automatizada, en base a complejos algoritmos que simplifican la toma de decisiones en entornos altamente interrelacionados donde la visibilidad total de la supply chain end-to-end es una variable diferencial.

Se requiere un extraordinario esfuerzo de aprendizaje continuo de lenguajes diversos, como el de las emociones

Todo ello ha implicado la necesidad para los actores en las cadenas de suministro globales de ser capaces de interactuar no solo con otros humanos, sino también con máquinas y sistemas de forma ágil, eficiente. Esto requiere de todos nosotros un extraordinario esfuerzo de aprendizaje continuo de lenguajes muy diversos usados por nuestros interlocutores, y no me refiero justamente en este caso al imprescindible inglés, sino al lenguaje de las emociones humanas.

En este entorno tan tecnificado, el término ‘power skills’ -en sustitución de su tradicional denominación ‘soft skills’- ha venido para quedarse. Se definen como aquellas que nos permiten desarrollar nuestros roles profesionales en relación con otras personas. Habilidades clave para cualquier profesional de supply chain como son la escucha activa, empatía, humildad, resiliencia, creatividad, flexibilidad y la proactividad se han convertido en las más determinantes durante la evaluación de los candidato/as en los procesos de selección.

Las habilidades ‘hard’ (de tipo técnico) son utilizadas por las empresas para filtrar inicialmente a los candidatos en función de sus experiencias y roles desarrollados, sin embargo las que ahora son determinantes para la elección de lo/as mejores a contratar han pasado a ser las citadas ‘power skills’.

Las ‘power skills’ se han convertido en las más determinantes durante la evaluación de los candidatos

La explicación de este cambio de orden en los procesos de selección, la encontramos en las extremas circunstancias en que las cadenas de suministro globales se han desarrollado en los últimos dos años y medio, con extrema presión y estrés sobre sus servicios y los resultados en un entorno global muy cambiante del tipo BANI (Quebradizo, Ambiguo, No lineal e Incomprensible). Dichas circunstancias han hecho aflorar la necesidad de tener en las empresas profesionales con estas habilidades más de tipo personal, en detrimento de las técnicas que mayoritariamente se buscaban antes. Es muy recomendable pues para todos los profesionales, empresas y reclutadores de estas funciones en las cadenas de suministro globales que seamos conscientes de la criticidad de las ‘power skills’, y a partir de ellas las desarrollemos y gestionemos de forma óptima para colaborar conjuntamente en lograr un planeta más sostenible y eficiente, en beneficio de todos.

publicado en El Mercantil: Power skills: Fundamentales hoy para los ‘supply chainers’