El otro día conversaba con un muy buen amigo mío que reside en Estados Unidos y es directivo de supply chain en una reconocida multinacional. Estuvimos debatiendo las distintas opciones que tenemos los profesionales de las cadenas de suministro globales para abordar la extremadamente compleja e incomprensible situación actual.
Los dos grandes extremos son, por una parte, aquellos positivos y optimistas que se lo toman como una grandísima oportunidad de aprendizaje y desarrollo profesional y, por la otra, los negativos y derrotistas que consideran que les ha tocado gestionar los peores momentos de la historia moderna, y que esperan con impaciencia que esto acabe muy pronto. En medio, obviamente, siempre podemos encontrar las actitudes y visiones “mixtas”, del tipo neutro y/o con distintos tonos de grises imaginables.
«Una supply chain sin transformación continua es una cadena de suministro “muerta” y sin futuro»
Ciertamente, los retos globales actuales son gigantescos, y el denominado mundo BANI en el que estamos (quebradizo, ambiguo, incomprensible y no lineal por sus siglas en inglés) hace que todos los profesionales de supply chain tengamos que dar lo máximo de nosotros mismos en cualquier circunstancia que se produzca. Las innovadoras nuevas tecnologías, sin duda, nos ayudan y facilitan nuestra gestión y los cambios necesarios a implementar en las cadenas de suministro. Aportan visibilidad global de las operaciones, nos permiten medir su rendimiento y compararnos con otros y, asimismo, adaptar nuestros procesos a la necesaria digitalización, eliminando manualidades que generan errores e ineficiencias consiguiendo dar mejor servicio a los clientes.
Sin embargo, siempre existe un tema mucho más complejo de transformar y de cambiar. Es el que hace referencia a las organizaciones con todas las implicaciones en la parte humana. La definición de nuevos roles y responsabilidades de los profesionales involucrados, el necesario re-aprendizaje con nuevos procesos y herramientas y la natural resistencia humana al cambio son complejas barreras que superar, que a veces se convierten en verdaderos frenos.
En mi criterio, una supply chain sin transformación continua es una cadena de suministro “muerta” y sin muchas posibilidades de futuro. Por ello, esta transformación tiene que ser continua, transversal en todas las funciones y a todos los niveles de la compañía. La continua y la filosofía Lean, focalizada en aportar valor al cliente final y eliminar el despilfarro y las actividades sin valor añadido, se ha consolidado como una de las claves del presente y para el futuro de todos los procesos globales de ejecución y planificación en la cadena de suministro.
«Comunicarse, coordinarse y colaborar es fundamental para el éxito de los modelos de negocio actuales»
Asimismo, la capacidad de los profesionales de comunicarse, coordinarse y colaborar entre ellos, no solo internamente en sus compañías, sino también con sus proveedores, clientes y partners con los que trabajan se muestran como tres habilidades fundamentales en el entorno actual. Esta triple C es absolutamente fundamental para el éxito de los modelos de negocio actuales y de las cadenas de suministro que los sustentan. Por ello, los profesionales involucrados en ellas están ahora mismo obligados a cuidar sus redes de networking profesional de forma magistral si quieren marcar diferencias y salir de la mediocridad de la habitual zona de confort.
En mi experiencia profesional como directivo y más recientemente como asesor y coach, he comprobado que hay una altísima diferencia entre aquellos profesionales que mantienen bien cuidadas sus redes de contactos profesionales de alto nivel versus aquellos otros que le asignan tiempo para desarrollarlas y se quedan encallados en la solución de las urgencias del día a día, que obviamente aparecen de forma continua dada la situación actual, tanto de la oferta como de la demanda en los mercados mundiales. Siempre me ha gustado esta frase: “Ningún mar en calma hizo experto a un marinero”. Es precisamente en la situación actual en la que los mares están en transformación diaria por los cambiantes flujos y condiciones de transporte globales donde se generan las máximas dificultades de gestión, a la par que también los mejores aprendizajes.
En base a mis experiencias, extraigo unos aprendizajes personales fruto de diversas colaboraciones en casos reales, que quiero compartir abiertamente aprovechando la magnífica oportunidad que el complicado y cambiante entorno actual nos ofrece. En primer lugar, es básico leer el entorno actual como una magnífica oportunidad y aprovechar su cambiante complejidad para extraer valiosos aprendizajes que podremos usar en el futuro.
«Estar en modo networking profesional continuado es la mejor base para seguir aprendiendo y estar preparados»
Además, debemos comunicarnos más y mejor con otros profesionales de la supply chain global en distintos países y sectores. Estar en modo networking profesional continuado es la mejor base para seguir aprendiendo y estar siempre más preparados para abordar con garantías futuros retos. Para ello, ayuda mucho participar en eventos digitales y/o presenciales en los que se expongan casos empresariales, experiencias prácticas, resultados de investigaciones y estudios de cadenas de suministro de varios sectores, empresas y países. Ahora bien, conviene también mantener la mente abierta y una actitud de transformación continua que evite que estemos en una zona de confort, y nos sitúe en zona de aprendizaje y desarrollo personal.
Acabo con una frase para la reflexión personal: “Si quieres ser apasionado en algo, aprender es la mejor elección, puesto que así nunca dejarás de crecer”. Vayamos pues a por ello, sin nunca dejar de aprender, y ¡construyamos entre todos un escenario global mejor!
Únete a la conversación